Así lo han hecho en multiples ocasiones, cuando los políticos profesionales legislan o gobiernan de espaldas al pueblo suizo. Una de las últimas fue cuando el Parlamento no prohibió el cultivo de transgénicos en su País. El pueblo indignado planteó una Consulta Popular (solo necesitan 100 mil firmas para forzar el referendum) , ganandola por un resultado inverso al que habían perdido en discusión parlamentaria.
En Suiza, España y el resto de Europa la mayoría de la clase política esta para servir a los grandes intereses económicos , pero al menos en Suiza tienen un mecanismo de participación que corrige los excesos de esta mayoría corrupta.